Una vez que está claro que las ideas no crecen como brotes verdes aislados y completamente ajenos al desierto que los rodea, ¿cómo podemos crear las condiciones en la cultura e la empresa para mejorar la creatividad de los profesionales que trabajan en ella?
1. Encuentra a las personas adecuadas. Desde luego, es un buen primer paso para maximizar las probabilidades de producir ideas creativas. Lo fundamental es que esas personas que conforman el equipo sientan pasión por lo que hacen y por el objetivo de la organización a la que pertenecen. No es algo sencillo de predecir, y tampoco significa que vaya acompañado de verdadero talento pero es un buen filtro para escoger a profesionales que prometan buenos resultados en este sentido.
2. Crea una cultura que refuerce la adhesión de los empleados a su trabajo. La coherencia es un rasgo primordial para que los miembros del equipo perciban que lo que hacen tiene un sentido. Para ello, la transparencia en la información d cada escala ayudará a una mejor comprensión del funcionamiento de la compañía. Una imagen panorámica de las situaciones es un marco perfecto para que la creatividad vaya encaminada a la utilidad, y con ello, que las ideas sean realmente brillantes.
3. Crear un sistema de evaluación y recompensa que aumente la motivación. La cultura empresarial ideal debe incluir, con cierta frecuencia, un feedback honesto y siempre constructivo. Las personas necesitan saber que su dedicación recibe un nivel similar de evaluación en la jerarquía y entre sus compañeros. Encuentra una manera justa d premiar el trabajo creativo, y permanece siempre despierto y abierto a cambiar el sistema de evaluación para ajustarse lo más posible a cada caso y cada experiencia.