Las cifras de su riqueza cayeron ligeramente en el año 2015, pero rebotaron poco después hasta alcanzar los 2.100 millones de dólares, en parte gracias al lanzamiento de acciones de su empresa, que prácticamente se han multiplicado por dos durante el pasado año. Esto se debió en parte a un acuerdo para vender plumas de insulina desechables en Japón.
Biocon es el principal proveedor de insulina en todo el continente asiático, y los productos de la compañía están disponibles en cerca de 120 países. Gracias a la potencia dentro de la industria de la farmacología, Mazumdar-Shaw ha entrado por propio derecho en el ranking como una de las mujeres más poderosas del mundo, y una de las personas más ricas de la India.
La riqueza de la pionera biotecnóloga ha aumentado a medida que lo ha hecho la cotización en bolsa de las acciones de Biocon. En julio del año pasado logró cerrar el lucrativo negocio de las plumas de insulina con su socio FUJIFILM Pharma; poco después, en el mes de agosto, consiguió que los medicamentos biosimilares generados para tratar ciertos tipos de cáncer fueran aceptados por los reguladores europeos para su revisión y posterior introducción en los tratamientos del viejo continente.
Gracias a estos hitos, concentrados además en un corto periodo de tiempo, dieron el pistoletazo de salida para un despegue apoteósico. Las acciones de su filial Syngenta, dedicada a la investigación, han subido un 92% desde su salida a bolsa en agosto de 2015.
Mazumdar-Shaw (este último es en realidad el apellido de su marido) ha sido galardonada recientemente con el Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor, la más alta distinción civil de Francia, por su destacada contribución a la ciencia.