1. Despeja la mente: al final de su día de trabajo, debe liberar su mente de las tensiones de la jornada. Escriba todas las tareas pendientes para el día siguiente y libere así sus pensamientos de todo ese estrés.
2. Lista de tareas pendientes: de la descarga mental sobre papel, seleccione sólo tres tareas importantes que deban completarse mañana. No se sobrecargue ni sobrestime los asuntos pendientes, lo cual volvería a invitar al estrés. Haga un sencillo cuadro de 4×4 con la clásica división urgente/importante y céntrese en el segundo grupo como prioritario.
3. Garabatear notas: apunte los elementos pendientes para tener control sobre ellos y no caer en el olvido. Por ejemplo, si necesita hacer una llamada o publicar un artículo mañana, escriba los temas que discutirá. Estas palabras clave activarán más fácilmente el flujo de ideas a la mañana siguiente.