Los científicos pensaron que una expectativa de vida promedio más allá de los 90 años era imposible, pero los avances médicos combinados con programas sociales mejorados continúan rompiendo las barreras, incluso en países donde mucha gente ya vive bien hasta la vejez, según el investigador principal del estudio, Majid Ezzati. “Puedo imaginar que hay un límite, pero todavía estamos muy lejos”, dijo.
Ezzati estimó que la gente sobreviviría en promedio por lo menos 110 o 120 años. La longevidad de las mujeres surcoreanas estimada en 2030 se debe en gran parte a las inversiones en atención de salud universal. Corea del Sur también lideró la lista de hombres.
“Es básicamente lo opuesto a lo que estamos haciendo en Occidente, donde hay mucha austeridad y desigualdad”, aseguró Ezzati. Él y sus coautores utilizaron las tendencias de mortalidad y longevidad para estimar la esperanza de vida en 35 países desarrollados. El cálculo es para un bebé nacido en 2030.
Las mujeres estaban por delante de los hombres en todos los países. Detrás de Corea del Sur, se proyecta que las mujeres en Francia, Japón, España y Suiza vivan hasta 88 años. Para los hombres de Corea del Sur, la esperanza de vida se espera que llegue a los 84. A continuación, Australia, Suiza, Canadá y los Países Bajos casi 84. En la parte inferior de la lista se encuentra Macedonia, con una esperanza de vida para las mujeres en casi 78, y Serbia para los hombres cerca de 73.
Aunque algunos factores genéticos podrían explicar la longevidad en ciertos países, los factores sociales y ambientales probablemente fueron más importantes. El estudio estimó que Estados Unidos, que ya está rezagado respecto a otros países desarrollados, se verá aún más rezagado para 2030, ya que se proyecta que los hombres y las mujeres vivan de 80 a 83. Los investigadores señalan que entre los países ricos, los Estados Unidos tiene las tasas de mortalidad materna e infantil más altas, la tasa de homicidios y es el único país de ingresos altos sin atención médica integral.
En un comentario acompañante, Ailiana Santosa, de la Universidad de Umea, en Suecia, escribió que las proyecciones plantean “cuestiones cruciales” sobre cuáles son las estrategias necesarias para hacer frente al empeoramiento de los problemas de desigualdad. “El logro de la cobertura de salud universal es digno, plausible y necesita ser continuado”, dijo. El estudio fue pagado por el Consejo de Investigación Médica de los Estados Unidos y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.