Si pasa algo raro y las cosas no pintan bien / A quién vas a llamar?”. Vale, es cierto que Ray Parker Jr. se refería en su mítico temazo a los Cazafantasmas, pero no me negaréis que lo que nos ha tocado vivir durante la última década se asimila bastante al concepto ‘fenómenos extraños’. ¿Y a quién podemos llamar nosotros ante esa perspectiva? ¿Quiénes serán aquellos que nos defenderán en los momentos difíciles? “Lo curioso, lo irónico, es que se nos ha educado para que en el imaginario popular los grandes líderes mundiales sean esos ‘salvadores’ que son los únicos capaces de rescatarnos de la crisis”, afirma Alessandro Rabatti (Florencia, 1969), el ilustrador que en su proyecto ‘Facebank’ se ha atrevido a colocar la cara de iconos de la política como la reina Isabel II, Abraham Lincoln o Mao Zedong en los billetes de dólar, libra o yuan, aderezándolos además con las máscaras y signos distintivos de héroes y villanos de los cómics instaurados en el imaginario popular.
Batman, Capitán América, The Joker, Iron Man, Lobezno… La casi totalidad del universo DC y Marvel aparece representado por Rabatti, quien sin embargo cree que el superpoder más impresionante de todos no es ninguno de los que ellos ostentan: “Para mí es la creatividad porque conlleva una exigencia, la exigencia de poder ser capaz de realizar una lectura distinta de la realidad, ya sea para imaginar una versión mejor o para evidenciar lo que no va bien en la actualidad. Y, por supuesto, usar todo eso para exigir al poder que se redefina, se regenere y sea capaz de establecer nuevas posiciones respecto a su relación con lo que está pasando en el mundo, con la gente, con todo lo que nos rodea”.
Una provocación en toda regla que forma parte de algo más grande, de un proyecto vital (termino manido donde los haya pero que en esta ocasión justifica su uso). Y es que Rabatti lleva desde 2011 enfrascado en una búsqueda artística y personal como respuesta a dicha crisis económica global y el modo en que se ha reflejado en nuestra vida diaria; una particular lucha que, eso sí, compagina con su trabajo como diseñador y director creativo, ya sea como cofundador del estudio Inklink, en sus trabajos freelance o como miembro del colectivo Lander Project.
“Curiosamente, el haber convivido tanto tiempo con la idea de crisis me ha hecho recuperar la fe en la creatividad como un instrumento inmejorable para combatirla, especialmente si viene acompañado de otros valores igual de poderosos como son la empatía, la resistencia, o la intensidad”. Antes de que se presentase ‘Facebank’ ya vio la luz ‘Reflections’ (2011), un alegato en que la textura y las formas de los billetes cobran otra dimensión al ser reducidos a pequeños trozos deformados con los que se obtienen una serie de imágenes confusas y provocativas con las que el autor crea su propia versión del test de Rorschach. “La idea es que esa extrañeza e incomodidad provoque algo en el espectador, que ‘encienda’ una chispa en su interior que le lleve a dar el primer paso para lograr un cambio definitivo en el sistema”, asegura el autor, quien por entonces creía “que en 2017 se viviría la crisis definitiva que llevaría al fin del capitalismo. Veremos, aún queda tiempo para ello” [risas].
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