Si en tu caso el problema no es ajeno y has tomado la conciencia suficiente para entonar el mea culpa, deberías saber de inicio que tomarte unos minutos previos para la preparación y planificación es mucho más fácil que lidiar con el tiempo constantemente en contra. La buena noticia es que la puntualidad no es un gen, sino un “don” que cualquiera puede aprender (si quiere). Ten en cuenta estos consejos para empezar a organizarte y hacer del reloj un aliado.
1. Niégate a abarcar más de lo que puedes. Las personas con una programación por encima de los límites humanos corren el riesgo de llegar tarde, porque aprietan tantas cosas en el calendario que ni siquiera un día de 30 horas podría cubrir. Piénsalo así: no puedes meter siete huevos en un cartón de media docena. ¿Qué puedes borrar de tu agenda antes de empezar tu programación de hoy? No pasa nada por decir NO: es más, si aprendes a decirlo empezarás a dar la importancia debida a aquellos asuntos realmente relevantes para ti y tu profesión.
2. Reserva unos minutos al día para planificar. Mira tu jornada la noche anterior o a primera hora de la mañana. ¿Dónde tienes que estar y cuándo? ¿Qué tienes que hacer, y cuánto tiempo te llevará cada tarea? Todo lo que tienes que hacer es marcarte una especie de “presupuesto de horas”. Pongamos por ejemplo que tienes tres tareas que completar, y dos reuniones que requieren algo de preparación previa. Programa un plazo aproximado para cada una de las tres tareas, y dése un poco en caso de necesitar tiempo adicional que no estuviera planeado. Contabilizar la posibilidad de fallar en los cálculos no sólo es práctico, sino que te permite cerrar los tiempos sin preocupaciones. Ahora tienes un precioso tiempo por delante, con cero estrés. Puede ser así de simple.
3. Ten algunos hacks a mano. ¡Que alguien bendiga de una vez las muestras y los neceseres de mano! Muchas personas estresadas que viajan a menudo o apenas paran entre una responsabilidad y otra tiran mucho de cosas como el champú seco o los batidos sustitutivos. Cuando tienes siempre disponibles algunos trucos de ahorro de tiempo en tu vida, tu apariencia se mantendrá intacta durante un periodo de tiempo. Averiguar lo que está limpio y las cosas de las que dispone hará la mañana siguiente mucho más ligera.
4. Inicia el proceso por lotes. Ya sea que estés planeando actualizaciones de Instagram, enviando correos electrónicos, o incluso programando comidas por adelantado para la semana, el batching es un ahorro de tiempo. Una vez que estás haciendo una actividad concreta, ten en cuenta la posibilidad de programarla en un plazo más largo que el ahora, por ejemplo una semana. Pruébalo, no volverás a hacer solo lo necesario para cumplir hoy.
5. Simplemente, miente. Si la gente impuntual que hay en tu vida te retiene en esa forma de actuar, diles que el evento es una hora antes de lo que realmente es. Calcula cuál es el tiempo medio de retraso de cada una de las personas que son incapaces de llegar a tiempo. Hay gente que, sencillamente, necesita ese empujón.