1. La persona que te dice que solo tienes una opción
Si alguien te da un ultimátum para elegir entre esa persona o tu negocio, te está demostrando grandes dosis de egoísmo y ausencia total de empatía, que no son cualidades nada acertadas para quienes te rodeen en pleno inicio de tu negocio. Siempre tienes más de dos opciones. La próxima vez que alguien te diga “haces esto o pasará aquello” olvida la amenaza y enfócate en tu negocio.
2. La persona que trata de hacerte creer que la necesitas para triunfar
Los contactos son fundamentales a la hora de promocionar un negocio y darle forma, pero nadie es imprescindible. No dependes de nadie para triunfar, y pensar lo contrario te pone en una posición vulnerable hacia los demás, que pueden aprovecharse de tu dependencia. Aléjate de las personas negativas que cortan tus alas o condicionan el prestarte ayuda a que hagas lo que esperan de ti.
3. La persona que trata de obligarte a cuidar de ellos
Ante todo, cada uno elegimos nuestro camino en la vida, y precisamente por eso no eres responsable de la felicidad de otras personas. Los adultos que te reprochan que no pases más tiempo con ellos—al margen de las responsabilidades familiares que no has de descuidar—tienen más interés en controlarte que en verte realizado.
Por eso, no te dejes condicionar por sus exigencias y recapacita contigo mismo si tu comportamiento ha sido adecuado con esas personas; si es así, y solo tratan de llamar tu atención haciéndote sentir culpable, intenta hacerles recapacitar sobre lo egoísta de su actitud. No es excluyente empezar un negocio y conservar a la gente que quieres o cuya compañía disfrutas, solo requiere organización y comprensión por ambos lados.
4. La persona que te recuerda constantemente tus errores
Todos cometemos errores y fallamos, pero ser rencoroso y utilizar las equivocaciones pasadas—y teóricamente perdonadas—como arma arrojadiza contra el otro no es justo ni sano para una relación, del tipo que sea. Por eso conviene alejarse de este tipo de personas o acabarán minándote la moral y haciendo que te sientas culpable por todo lo que va mal en sus vidas.
Te controlarán con tu pasado y te harán creer que no tienes derecho a correr riesgos porque ya elegiste mal antes, pero eso no es cierto. Céntrate en aprender de tu pasado y crecer con las enseñanzas de un fracaso, sin ser tan duro contigo mismo. El futuro de tu negocio es demasiado interesante para ocupar tu energía en asuntos del pasado.
5. La persona que infravalora tus logros
Los celos y la envidia son ambos sentimientos bastante humanos, sin embargo, estar cerca de gente que lejos de alegrarse porque alcances tus metas prefiera criticar lo que podrías haber hecho mejor o menosprecie lo que has conseguido afectará y mucho a tu autoestima. Una persona madura puede sentirse genuinamente alegre por los triunfos de los demás, mientras que alguien inmaduro lo achacará a la suerte.
La única manera de ir conquistando metas, en la vida y en tu negocio, es eliminar a las personas negativas que disminuyen la importancia de tus logros. Al mismo tiempo, debes ser lo suficientemente maduro para aceptar cuando alguien ha triunfado y ayudarlo a conseguir más éxitos.
6. La persona que es una mala influencia
Gente rodeada de un aura de negatividad o que suele dejarte en evidencia, tal vez un colega pasivo agresivo, un socio controlador o un familiar posesivo. Sin embargo, son personas que someten tu personalidad en aras de la amistad o cualquier otro vínculo y que no te convienen, ni profesional ni personalmente. Sabes quiénes eres y los pasos que dar para ver despegar tu negocio, así que trata de ser la mejor versión de ti mismo y rodearte de personas que te ayuden a serlo.
7. Tú mismo (cuando te saboteas)
Si hay alguien que realmente puede limitar e incluso impedir el éxito de tu negocio eres tú y tu actitud, que marcará la diferencia entre el triunfador y el fracasado. Así que revisa tus malos hábitos, tus puntos débiles, y trabaja también en tus habilidades de liderazgo, gestión de personal y habilidades negociadoras.
Muchas veces, las personas se auto sabotean porque tienen miedo al éxito o, mejor dicho, porque prefieren su zona de confort donde todo queda bajo control. Debes evitar esta parte de ti y abrirte a la oportunidad de ser un líder competente y gestionar tu negocio con éxito.