Muchas grandes marcas han pasado por esta agencia de publicidad para confiar sus productos a un equipo profesional, que encabezado por García Vizcaíno, ha concebido campañas, nacionales e internacionales, que en algunas ocasiones se han llegado a hacer realmente inolvidables.
En solo 14 años de vida, Sra. Rushmore ha demostrado que estar cerca de la gente y ponerse en su piel es clave para convertirse en referente dentro del sector.
El despacho de su presidente creativo podría verse como el corazón de la compañía, el espacio donde nacen muchos de esos personajes que luego visten los colores del Atlético Madrid, beben Coca-Cola o compran en El Corte Inglés.
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Muebles vintage en perfecto estado ocupan el despacho y casi todas las oficinas. Son reflejo fiel de esa anciana imaginativa y divertida que conforma la imagen de la agencia.
El Atlético Madrid, aparte de ser la gran pasión del creativo, también fue el primer cliente de la agencia. Enmarcados con cuidado recortes de prensa y fotos de anuncios.
Una Coca-Cola sobre la mesa parece recordar la importancia de un cliente para quien en estos momentos preparan una campaña global que se verá en todo el mundo.
Aunque cada vez se utiliza menos el papel, las agendas, dossieres y proyectos por estudiar (o que ya tienen en marcha) se siguen apilando encima del escritorio.
Uno de los muchos trofeos recibidos por sus trabajos. Les dan una importancia relativa. Este es del Reina Sofía y representa una cabeza de mono; el resto los acumulan en cajas sobre una estantería.
Maqueta del cohete de la NASA de la que se valieron para la última campaña de Vodafone One en la que salía Alan Bean, el cuarto hombre que pisó la luna.
Las vistas a la Gran Vía son espectaculares. Miguel es un fanático de esta arteria madrileña que le sirve de inspiración y le permite el contacto directo con el ciudadano de a pie.