La idea que impulsó la creación de Axter Aerospace surgió hace ya casi 5 años, cuando trabajaban para Airbus y CT Ingenieros. Miguel había aprobado la licencia de piloto privado e invitó a Daniel a dar una vuelta en avioneta por los cielos de Madrid. “Al proponerme tal cosa enseguida pensé en el fallo del motor de combustión”, comenta. “A partir de ahí empezamos a investigar el por qué hasta la fecha no se había puesto remedio a este tipo de accidentes y a trabajar en lo que hoy es Axter, un sistema de propulsión híbrida diseñado para mejorar la seguridad de las avionetas”.
Los dos primeros años trataron de compatibilizar sus respectivos trabajos: años duros de mucho esfuerzo, “pero a la vez llenos de pasión e ilusión por trabajar en un proyecto propio, innovador y partiendo de una idea en la que aplicar nuestros conocimientos”. Aquella etapa resultó determinante para que, tras haber conseguido el apoyo financiero del Ministerio de Economía, CT Ingenieros con Jesús Prieto y Vicente Egea a la cabeza decidieran apostar por ellos. A partir de ese momento dejaron sus respectivos puestos y se dedicaron por completo a Axter, lanzando al mercado el primer sistema hibrido para la aviación.
Consultados sobre la aportación de esta nueva mecánica al actual momento de la aviación, la respuesta les resulta fácil: “La principal y más novedosa aportación de Axter son esos minutos adicionales que entrega el sistema al piloto para reaccionar ante un fallo en el motor del avión durante el vuelo, o dicho de otro modo, es una ‘vida extra’ que en caso de emergencia le permitiría volver a casa o realizar un aterrizaje un lugar seguro; incluso sin ir tan lejos, el sistema supone un aporte extra de potencia que puede ser determinante en ciertas situaciones como el despegue o el aterrizaje”. Pero el sistema Axter no solo es sinónimo de seguridad y potencia, sino que además supone un ahorro de miles de euros en combustible y mantenimiento.
Daniel Cristóbal y Miguel Ángel Suárez, socios fundadores de Axter Aerospace, posan en exclusiva para el objetivo de la revista Forbes. Foto: Jacobo Medrano
Seguridad y ahorro
“Todo este conocimiento y tecnología que hemos desarrollado como empresa nos ha llevado a especializarnos en sistemas de propulsión eléctrica y todo tipo de productos y servicios asociados a ella”. Procesos y mecánicas que pueden usarse en aviones, coches, motos, barcos… En definitiva, en cualquier transporte susceptible de ser eléctrico. También comercializan subproductos como el controlador del motor, el gestor y el cargador de baterías, además de ofrecer un servicio de montaje especializado de baterías de cualquier tipo. Ante la creciente demanda del mercado se están volcando y potenciando otra línea de negocio como es la consultoría aeronáutica, y abriendo caminos para hacerse proveedores de otros servicios afines (instalación y mantenimiento de sistemas, certificación e ingeniería).
A la vanguardia de la propulsión eléctrica, Axter se ha convertido gracias a su sistema patentado en pionera dentro del sector aeronáutico. Para llegar hasta ahí han requerido de una gran inversión, pero “no solo económica sino de medios técnicos y todo el equipo de profesionales de la Universidad Carlos III, que se han volcado en el proyecto a los que estamos enormemente agradecidos”. El rápido avance de la tecnología les obliga a estar preparados ante cualquier desafío, avance o exigencia del mercado. “Para ello se hace necesario seguir invirtiendo gran parte de los recursos en I+D+i como garantía de calidad, crecimiento y futuro; dicha inversión ha sido hasta la fecha elevadísima, superior al 80% de todos los recursos”.
En un sector como el de la aviación en que seguridad, potencia y calidad siempre deben ir de la mano, la certificación aeronáutica a la que están sujetos se conforma como el indispensable aval para poder distinguirse y transmitir confianza al cliente. “Para nosotros calidad significa fiabilidad, que tratamos de conseguir con nuestros procesos estrictos de desarrollo, además de unos rigurosos sistemas de revisión y seguimiento del producto”. Pero además, Axter quiere destacar por su continua innovación, tecnología puntera, cuidado del medio ambiente y por la reducción de costes de operación.
Axter busca posicionarse en el mercado como el principal suministrador de sistemas de propulsión eléctrica para avionetas. “Nuestro objetivo es ver crecer las ventas tanto a nivel nacional como internacional, para ello invertimos en estrategias de marketing que permitan darnos a conocer. Este último año hemos incrementado nuestra presencia en ferias internacionales y medios de comunicación. Queremos acercar el sistema a los usuarios y que experimenten la sensación de volar con mayor potencia y seguridad”. El siguiente avance pasa por optimizar los sistemas de producción para así poder entrar en otros mercados como el estadounidense donde hay una gran cultura de vuelo –el mercado supera los 1,5 millones de pilotos con licencias activas–. “Por último creemos necesario consolidarnos y establecer sinergias con otras empresas que quieran investigar y contribuir al desarrollo de la propulsión eléctrica en la aviación”.
El grupo de trabajo ha tenido que demostrar cada día tanto su talento como su capacidad de esfuerzo y sacrificio. “En Axter somos un equipo multidisciplinar que se ha ido completando y enriqueciendo con el tiempo, además hemos tenido la suerte de contar con la colaboración de profesionales experimentados en su campo, que han participado en hacer de este proyecto una realidad”.