No dejes que el desaliento se apodere de tu tiempo y piensa que el fin de semana está a pocas horas. Si no crees que puedas soportar la jornada, apunta estos tips:

Lucha contra las interrupciones. El viernes es el día más relajado para desconectar de papeleos vespertinos y llamadas de teléfono. Aprovecha esta situación para concentrarte en tu tarea y sacarle el máximo partido.

Permítete el lujo de trabajar en lo que más te gusta de tu puesto. Haz el esfuerzo durante el resto de la semana y deja para el último día esas tareas que te resultan livianas y fáciles. Así podrás adelantar proyectos de forma fácil.

No sigas el horario del resto de días –en la medida que sea posible-. Así, hazte un plan especial de trabajo. Permítete un descanso productivo cada cierto tiempo y resuelve trabas que podrían aturdirte el lunes.

Trabaja en ideas personales. Piensa que si acabas antes, podrás usar el tiempo restante para adelantar planes personales. Esta motivación te activará y te hará despertar la creatividad en una alta medida.

Si estos consejos no te son útiles o crees que no podrían funcionar en tu horrible viernes, siempre te quedará el consuelo de que durante las horas próximas, el viernes morirá para dar a luz a un brillante fin de semana.