Anita E.Kelly es profesora de psicología de la Universidad de Notre Dame y dirige la Fundación Templeton. Esta fundación llevo a cabo el proyecto “The Science of Honesty”, y se presentaron sus resultados en la convención nacional de la Asociación Americana de Psicología.
Kelly y su equipo reclutaron a 72 adultos y les dividieron al azar en dos grupos: un grupo de sinceridad y un grupo de control. Al grupo de control no se le dio instrucciones específicas, deberían seguir su vida normal sin nada distinto que hacer. Pero al grupo de sinceridad se les dijo lo siguiente:
“Cada día de las próximas cinco semanas, debéis hablar con sinceridad y decir siempre la verdad no sólo sobre las cosas grandes, sino también sobre cosas pequeñas, como por qué llegasteis tarde o similar. Podéis optar por no responder preguntas, pero si respondéis debéis decir siempre la verdad.”
Pasadas las cinco semanas, ambos grupos llegaron al laboratorio para las pruebas de polígrafo periódicas y las medidas estándar de salud física. Kelly asegura que el resultado fue sencillamente increíble: en la quinta semana el grupo de sinceridad reportó síntomas físicos de salud mejores que los del grupo de control, concretamente un menor número de dolores de garganta, dolores de cabeza y náuseas. También informaron de un menor número de problemas de salud mental, como sentirse tenso o estresado.
Los resultados son curiosos. Kelly añade un dato anecdótico en su blog: “Desde entonces yo también he estado siguiendo estas instrucciones. Antes realizaba unas 8 horas de sueño y tenía entre 5 y 7 resfriados en invierno. Ahora con sólo 3 horas de sueño, he estado enferma cero veces desde que comencé”.