Leonhard Weese, redactor de Forbes USA, defiende que ““ninguna aplicación puede llenar totalmente las necesidades de privacidad y seguridad de los activistas”. Recomendar una aplicación dirigida a activistas es muy diferente a recomendar una aplicación de uso general o personal. Es mucho más fácil hacer una recomendación general y simple, que a un grupo en el que la vigilancia es específica y los agentes forman parte de las acciones.
Para los usuarios en general, Whatsapp es probablemente una gran elección. Los chats o las fotos que se transmiten de un usuario a otro están protegidos con el cifrado adecuado y el daño de los piratas informáticos es limitado. Pero según Li y Tsui, para entender qué aplicación se adapta mejor a las necesidades de un activista, tenemos que mirar más de cerca el modelo de amenaza:
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