El miedo a lo desconocido se manifiesta de diversas formas. Es algo que paraliza a las personas sin razón o motivo aparente más allá de lo obvio. Las personas tienen miedo de aquello que no está localizado en sus cerebros, por ello, el miedo al fracaso entra dentro del miedo a lo desconocido, supone salir del área de confort. El miedo al fracaso, a la vergüenza, al dolor, etc, paraliza a las personas. Es la diferencia que logra que una persona no persiga sus sueños, que se quede en la línea de salida para siempre, mirando la meta desde lejos.
Puede ser que quieras marcar la diferencia este año, y debes saber que existen una serie de tácticas que pueden ayudarte en tu encrucijada, y lograr que superes tus miedos y consigas tus metas.
Recuerda alguna situación en la que hayas pasado miedo
Seguramente hayas hecho algo que te asustaba en un principio. Piensa en la razón por la cual te asustaba hacerlo, qué sacaste de ello y todas las horas o días de preocupación que aquello te causó. Es bueno pensar en las que cosas que te asustan o te hacen sentir incómodo. Si las ves desde lejos, una vez las has realizado, te das cuenta de que has perdido mucho tiempo preocupándote por algo que no era para tanto.
Imagina lo peor que puede ocurrir
Suena muy agorero, pero la verdad es que funciona. Pregúntate qué es lo peor que podría ocurrir. Después contesta a esa pregunta. Anota todas las posibilidades que podrían interponerse entre tú y te meta. Seguramente te des cuenta que a la hora de mirar la lista, no todo es tan malo como tú creías. A lo mejor has sobrevivido a cosas peores en tu camino para alcanzar otras metas.
Sé más tolerante ante los riesgos
Las única forma de marcar una gran diferencia es hacerlo de una vez por todas. Puedes fortificar tu habilidad para tomar riesgos escogiendo pequeños riegos por el camino. Puede ser que quieras reorientar tu carrera laboral, esto no significa que tengas que aplicar para diferentes trabajos, puedes empezar por realizar pequeñas entrevistas informativas. Los pequeños saltos te prepararán para el gran salto mortal.
Empieza a tomarte la vida como es: tuya y de nadie más. No dejes que los miedos del día a día se interpongan con ninguna de tus metas.