Hay una gran cantidad que personas en tu entorno que tienen que lidiar con problemas de depresión y ansiedad. Muchas de ellas viven el duelo en solitario, otras piden ayuda sin hablar, y el mundo sigue avanzando sin que muchas de esas personas obtengan la ayuda que necesitan.
El caso de los hombres es aún más particular, ya que tienden a no pedir ayuda por sentirse débiles haciéndolo. Estos son algunos de los síntomas que puedes detectar entre los hombres de tu entorno, y también simples consejos a tener en cuenta para poder ayudar.
La depresión es una enfermedad que sufren los hombres también
En la cultura popular y en los medios, la depresión se suele conectar automáticamente con las mujeres, como si fuera una enfermedad que se limitara exclusivamente a ellas. Esto es totalmente erróneo, los hombres también la sufren, también lloran, y hacen todo igual que las mujeres.
Existen unos síntomas comunes
Cambios en los patrones de sueño, se pasa de dormir mucho a dormir muy poco y viceversa, también cambios en el apetito, pérdida de interés en las actividades de las que antes se disfrutaba, falta de energía o problemas a la hora de mantener la atención, sentimientos de inseguridad, y muchos otros más.
Aparición de ansiedad
La ansiedad es una bestia sigilosa, aparece en la vida de las personas y se instala sin permiso, y lo peor es que no sabes cómo deshacerte de ella. Pero tiene unos síntomas muy parecidos a los de la depresión, aunque también tiene otros muy distintos: sensación de vértigo, exceso de preocupación, dificultad a la hora de dormir. La ansiedad puede aparecer por si misma o estar conectada con la depresión.
La rabia es una señal muy importante
Para muchos hombres, la ansiedad o la depresión no tienen por qué manifestarse en forma de tristeza, sino de enfado, rabia o agresividad. Por ello, si observáis estos comportamientos en hombres de vuestro entorno que por lo general no se comportan de esta manera, estad alerta.
Rechazo a pedir ayuda
La sociedad ha enseñado a los hombres que no deben hablar sobre sus sentimientos ni con sus amigos ni con su familia. Esto produce daños psicológicos tremendos. Por ello, debes alentar a los hombres de tu entorno a abrirse, y enseñarle todas las ventajas que supone.