Viajar de continuo puede desgastar muchísimo, por ello es importante mantener un control sobre nuestra salud, pero también hacer deporte. Aquí os dejamos cinco estrategias para mantener un ritmo de vida saludable, incluso cuando pasáis semanas alejados de casa.
Tómate tu salud con responsabilidad
Cuando estás viajando, es fácil justificar el hecho de que te saltes la dieta, o la rutina de ejercicio, debes dejar de ponerte excusas. La justificación no entra en las reglas del juego. Seguramente necesites planificar las cosas mejor, pero esto ayudará a tu salud.
Escoge hoteles con instalaciones deportivas
Muchos hoteles ofrecen salas de ejercicio, piscinas o salas de yoga. Aún así, la mayoría de las personas no las utiliza, si tú lo haces, probablemente tengas toda la habitación para ti.
Por ello, si no lo hacías, comienza a utilizar esas salas y mejora tu salud, igual incluso conoces a esas pocas personas que ya las utilizan.
Toma un desayuno saludable para empezar el día con buen pie
Los trabajadores que viajan mucho deberían aprovecharse de los desayunos que ofrecen los hoteles, recordando que deben elegir su comida de forma sabia. Escoge el huevo cocido en lugar de las tortitas con sirope. Si tu hotel no ofrece desayuno, vete al supermercado y compra los ingredientes para un desayuno perfecto en la sección de verduras y frutas.
No caigas en la tentación de acudir al primer restaurante de comida rápida que te venga a la cabeza.
Duerme las horas necesarias, y más si es posible
Puede resultar mucho más difícil dormir cuando estamos fuera de nuestras casas, pero si conseguimos descansar como es debido por la noche, podremos mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en pleno funcionamiento.
Además, dormir consigue que afrontemos el ejercicio con ganas. Intenta no acostarte tarde durante tus viajes de negocios.
Comprométete a comer sano al menos durante el 80% del tiempo
Durante los viajes de negocios, no puedes saltarte las comidas ni los cócteles con los compañeros y los clientes. El primer paso es mantener una dieta sana y comprometerte a seguirla. Puedes disfrutar de la comida local, un restaurante de lujo o una noche con tus compañeros, pero no dejes que se convierta en un hábito y que eclipse a tus hábitos saludables.