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Mi jefe me ha agregado a Facebook: ¿Y ahora qué?


Desde luego tienes la opción de rechazar la solicitud u olvidarte deliberadamente de ella, pero admitamos que la decisión no es nada fácil: tu jefe puede tener suspicacias o incluso pensar que tienes algo que ocultar; pero si lo aceptas, tu vida personal puede mezclarse peligrosamente con la profesional.

En cualquier caso, piensa primero qué clase de empresa es tu entorno de trabajo. No es lo mismo agregar a tu superior en una startup donde el team building es la orden del día que una compañía veterana con una jerarquía llena de escalones. No es muy habitual que tu jefe sea al mismo tiempo tu incansable compañero de juergas, o al menos ese hombro sobre el que llorar. Y de todas formas, si ése es tu caso, una solicitud de amistad en Facebook no sería un problema. Así que mejor nos centramos en aquellos a los que no les ves de madrugada con la corbata alrededor de la cabeza.

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Para empezar, puedes descubrir algo más sobre la clase de persona que hay detrás del profesional. Al fin y al cabo, agregándote él o ella también está exponiendo una parte de su vida privada. Si exhibe detalles íntimos como fotos de las vacaciones con su pareja o la fiesta de Halloween en la que se disfrazó de calabaza gigante, cabe la posibilidad de darle una oportunidad. Si solo repite sus fotos de carnet o en el photocall de empresa y tu perfil de Facebook no se calla un solo detalle de tu vida personal, ¡huye!

Otra cuestión es cómo hacerlo sin levantar el resentimiento de una persona que, al fin y al cabo, controla hasta cierto punto tu carrera profesional. Si eres una persona extremadamente asertiva, podrás sentarte con tu jefe o jefa y explicarle cuidadosamente que no quieres mezclar tu trabajo con tu vida privada; y que desde luego no es nada personal, sino una norma estricta que nunca te has saltado.

La parte fácil pero efectiva es mantener una imagen de amistad en la que no pueda ver nada: abre la configuración de privacidad de Facebook y escribe su nombre en el cuadro de excepciones para que tus actualizaciones no sean visibles para él o ella. Accede al candado de la parte superior derecha de la interfaz y después en “¿Quién puede ver mis cosas?” para afinar si es necesario; si no, puede ser suficiente con situar el cursor sobre el botón “Amigos” y desactivar todas las categorías de la barra “restringido”. La función “Ver mi perfil como (nombre del amado / odiado jefe)” te servirá de mucho.

El peligro de Facebook siempre está abierto, agregues o no a una persona del trabajo (siempre puede haber un compañero con malas artes que envíe capturas de pantalla o le enseñe directamente tu perfil), pero es mejor no ser demasiado paranoico. En los últimos años, una de las actividades más frecuentes es compartir enlaces; así que ten cuidado con los comentarios que haces sobre las últimas noticias políticas o vídeos virales si finalmente decides agregar a tu superior.

Si el problema es un jefe que no sabe respetar los límites o sospechas que tiene la intención de sobrepasar (sin tu permiso) la barrera de lo profesional, más vale que no te andes con demasiados miramientos y seas claro. Más vale ponerse serio una vez que tener que excusarse constantemente por lo que compartes o dejas de compartir.