Resulta que su relación con Sara le está enseñando acerca de algo más que el amor verdadero o el recuerdo de poner el asiento del inodoro abajo. Él era una de las personas más impacientes del mundo. Ambicioso, impulsivo y analítico. La mayoría de sus veinte y treinta años los pasó como un adicto al trabajo, hasta que conoció a la mujer de su vida. Ella es paciente, de temperamento suave que abrió sus ojos a una mentalidad diferente al dirigir un negocio.
“Ella me ha mostrado lo importante que es ser más activamente oyente y considerar los puntos de vista de los demás con más cuidado de lo que era mi hábito en el pasado.
También he encontrado un equilibrio entre el trabajo y la vida más saludable. Mi estresante vida se ha sustituido por claros límites entre la oficina y el hogar”. Al desconectar más, siente que no sólo es un mejor marido, sino un mejor CEO porque evita el agotamiento y vuelve a trabajar más descansado y energizado.
También maneja su tiempo mejor. La mitad de las reuniones no servían realmente de nada. Eliminarlas le ha ayudado a ser más eficiente en el trabajo, lo cual es bueno para la empresa y también para el equilibrio entre trabajo y vida. Essaid anima a otros empresarios a mirar el amor y las relaciones no como obstáculos para el éxito, sino como enriquecimiento a su vida cotidiana que permitirá el éxito y la felicidad.