*Esta es una adaptación del artículo ‘Do You Have The DNA Of A Successful Entrepreneur?’, escrito por William Vanderbloemen y publicado en Forbes USA.
Aún ofreciendo el mejor producto o servicio del mercado, el éxito de una empresa acaba reduciéndose a la capacidad de quien la maneja, que ha de poseer un conjunto de rasgos y habilidades determinadas como empresario. Ahora bien, existen tres preguntas que debes hacerte para asegurarte de que tienes el ADN que un empresario de éxito necesita para triunfar:
¿Eres bueno con la cinta adhesiva?
¿Alguna vez has dividido un rollo de cinta adhesiva por la mitad para obtener dos rollos de uno? De acuerdo con un artículo del Harvard Business Journal, el ingenio es uno de los aspectos más importantes para ser un empresario de éxito. La capacidad de resolver grandes problemas con un pequeño equipo y un mínimo de herramientas a tu disposición no sólo preparará a tu negocio para el éxito, sino que te entrenará a ti y a tu equipo para resolver siempre los problemas de forma creativa y hará de la innovación una norma en tu empresa. Y es que incluso cuando más recursos se tienen para trabajar, ser bueno con cinta adhesiva tiene beneficios que van mucho más allá de solucionar los retos del día a día: se cultiva el ingenio de equipo.
¿Tienes una curiosidad insaciable?
De acuerdo con una encuesta realizada por PwC en 2015, más de mil CEOs enumeran la curiosidad y la apertura de mente como dos de los rasgos de liderazgo más importantes. ¿Te despiertas por la noche pensando en cómo pueden mejorar los sistemas de su empresa? ¿Te gusta adquirir nuevas habilidades constantemente? Si es así, puedes estar seguro de que tu mente está en el lugar correcto: siempre en busca de formas mejores y más eficaces de hacer negocios, que es la única manera de mantenerse por delante del juego y mantener el rumbo cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando a Michael Dell, CEO de Dell, se le pidió que nombrara un atributo que cualquier CEO necesita para tener éxito dijo: “yo apostaría por la curiosidad”.
¿Te gusta pisar rastrillos y que su mango te golpee la cara?
Porque esto pasa mucho. Las estadísticas al principio de este artículo son un gran grupo de “pisar un rastrillo y darse un fuerte golpe en la cara” para todos los empresarios. Anima mucho ver cómo muchas personas tratan una y otra vez de hacer algo que les gusta, aún sabiendo que las cosas pueden no funcionar. Esa es la difícil rutina del empresario: probar algo nuevo, recibir un golpe en la cara y repetir. Pero es la disposición a intentar las cosas y a fallar la que en última instancia conduce al éxito. Se aprende algo diferente con cada rastrillazo en la cara, mejores estrategias, sistemas, a quién contratar y a quién no la próxima vez… Lo importante es perseverar a través de los fracasos y darse cuenta de cada uno de ellos es, a menudo, la única manera de llegar al objetivo final. Desde luego, no hay garantías en el mundo de las startups, pero si tienes este y los rasgos anteriores, tus posibilidades de tener éxito serán mayores.