La multinacional telefónica vio disminuir su facturación para Europa en un 3,5%, hasta poco más de 34.200 millones de euros, mientras que en la zona África-Oriente-Asia Pacífico rozaba los 17.000 millones. Al cierre de marzo sin embargo, el número de clientes había crecido un pequeño porcentaje hasta los más de 462 millones de usuarios móviles. En relación a la deuda neta, Vodafone aumentaba un 31% el valor de la misma, hasta los más de 37.000 millones de euros, para una cifra de negocio que superaba los 52.400 millones de euros.
Con independencia de las cifras, la operadora británica sigue validando para el nuevo ejercicio una estimación en su crecimiento que oscila entre el 3 y el 6% para su resultado bruto de explotación, que vendrá respaldado por las buenas cifras en telefonía fija, la buena marcha de la zona asiática y el ajusto de la cifra de negocios en términos orgánicos tras el cambio de moneda (a euros) en sus presentaciones.