Te aportan nuevos puntos de vista
Te dediques a lo que te dediques, conocer cómo se hacen las cosas más allá de las fronteras de tu país siempre es beneficioso. Importar tendencias, nuevas técnicas, materiales y cualquier otra cosa que te ayude a innovar es un plus muy atractivo para cualquier negocio.

Te ayudan a ampliar tu red de contactos
Especialmente si viajas por cuestión de negocios. No nos referimos a los clásicos viajes de empresa, sino a eventos a los que puedes ir por cuenta propia. Por ejemplo, los eventos hackathon, que son toda una oportunidad de networking y aprendizaje activo.

Te enseñan a organizarte
Un viaje siempre implica un mínimo de organización y coordinación, aunque viajes solo. Los problemas logísticos, contables y humanos siempre están ahí y saber solventarlos en tu vida personal te ayudará a tenerlos menos miedo en la laboral.

Te permiten empezar “de cero”
Viajar ayuda a desconectar, y aunque el nivel de desconexión depende de cada uno, cualquier viaje, por mínimo que sea, ayuda a alejarse de la realidad al menos unas horas o días. Eso último es lo que te la oportunidad de despejar la mente y empezar de cero al volver.