1. Reuniones de empresa con deporte
No hay nada que nos active y motive más que el deporte. ¿Por qué no combinarlo con el trabajo? No debe ser un deporte excesivamente duro, pero algunos como el paddle, golf e incluso tenis, son perfectos para una saludable reunión de trabajo.
2. ¿Sillas? Mejor no
Lo cierto es que rendimos mucho mejor cuando estamos de pie, incluso caminando. Si hacemos una reunión (no muy larga, claro) sin sillas, notarás en seguida como el tema de conversación y las ideas fluyen mucho más libremente.
3. Las reuniones maridan con una comida
No hay nada peor que tener hambre durante una reunión de trabajo, más que nada porque no te deja pensar con claridad. Una buena opción es hacerla en algún restaurante o bar para picar algo, o bien encargar un pequeño catering para la oficina.
4. Mejor fijar un tiempo determinado
Las reuniones que empiezan a una hora determinada pero que no se sabe cuándo acaban, tienden a ser menos efectivas y productivas que las que tienen horas fijas de comienzo y fin. Es recomendable que la duración no supere la hora y media o dos horas puesto que a partir de ese momento el rendimiento, la creatividad y la motivación van disminuyendo.
5. Al aire libre
Salir del típico despacho de oficina para reunirse es también una buenísima idea. Da igual dónde, las opciones son variadas: desde una de las terrazas que tenga el edificio de la empresa, hasta un parque.