Los ejecutivos de Pizza Hut se propusieron recientemente llevar sus pizzas hasta lo más alto y, sin duda, lo han conseguido: Acaban de batir el récord Guinness de entrega de una pizza a mayor altura del mundo entregando el pedido en la cima del monte Kilimanjaro en África.
La pizza de pepperoni con extra de queso de Pizza Hut llegó hasta los 19.347 pies de altura de la cima del Kilimanjaro y para ello tuvo que viajar en diferentes transportes. Avión, vehículo motorizado y montañeros profesionales con una mochila especial fueron los tres medios de transporte que la cadena de pizzerías utilizó para batir el récord.
La pizza viajó durante 3 días, del 5 al 8 de mayo, para llegar hasta su destino, pero el batir el récord no era el objetivo principal, sino que esta particular peregrinación tenía además otro cometido. Randall Blackford, director general de Pizza Hut en África, y el ejecutivo Laurie Schalow confirmaron que esta entrega había sido realizada como celebración de la expansión de la cadena a su país número 100, Tanzania.
La pizza fue elaborada en el local de la empresa en Dar es Salaam y después voló desde allí hasta el aeropuerto internacional de Kilimanjaro, donde fue transportada a motor hasta el principio del camino para subir hasta la cumbre del famosos monte. Después, cinco senderistas profesionales de Summit Trails la transportaron en una mochila especial con calefacción similar a las que llevan habitualmente los repartidores de la compañía.
A mitad de camino esperaron Blackford y dos ejecutivos más de Pizza Hut para recibir la famosa pizza de pepperoni y subir con ella y otros dos senderistas más hasta la parte superior del monte. Toda una hazaña que ha quedado grabada en vídeo y que pasará a la historia reflejada en el libro Guiness de los récords.
A partir de ahí, a partir de la medianoche, los empleados de Pizza Hut se abrieron camino hasta la cima cubiertas de hielo con Dissa y las otras guías, video-documentar su viaje con pruebas la Guinness. No obstante, no es la primera vez que la compañía se propone un reto singular. En 2001, dos astronautas entregaron una pizza en la estación espacial internacional.