Sin embargo, estos son solo mitos. El problema real es que por lo general se nos enseña que la inteligencia, la curiosidad y por ende la creatividad no pueden desarrollarse. Pero la realidad es que basta con hacer, con experimentar y descubrir las cosas por uno mismo.
La inteligencia no es más que la capacidad de recolectar información y transformarla en conocimiento al mismo tiempo que se hace uso efectivo de ella. La información sólo se convierte en conocimiento cuando es interiorizada por la gente a través de la reflexión sobre lo que hacer. ¿Por qué? Los seres humanos aprenden de manera diferente: 20% escuchando, 50% viendo y 80% haciendo, y a través de entornos de aprendizaje basados en la experiencia, pueden sacar el maximo provecho a sus aptitudes.
La creatividad tiene mucho que ver con la inteligencia de mercado. Mucha gente no puede ver que la creatividad es en realidad el hilo conductor que facilita el valor dentro y más allá de las empresas y los sectores. Ser creativo, o pensar como hacen muchos diseñadores y artistas, es una actitud sobre ti mismo y lo que te rodea. También es una decisión de salir de la zona de confort. Se está clavando profundamente en su cerebro con el fin de hacerle más consciente de sus experiencias al encontrar esos aspectos exclusivos de sí mismo.
Una vez que esta conexión con su Yo unico se logra, también habrá encontrado su Yo interior creativo. Será la parte responsable de conectar sus experiencias de una manera particular (aka el proceso creativo) que podría incluso tener el potencial de transformar paradigmas y realidades (también conocido como el producto creativo). Lo único que tiene que hacer es desafiarlo, para que sirva de base para encontrar soluciones únicas a esos problemas o a las necesidades que le rodean.
Por lo tanto, esto es lo que aprendí: no importa lo que hagas para vivir, siempre y cuando seas más consciente de lo que sucede dentro de ti y alrededor de ti, así como de la importancia de exponerte constantemente a diferentes experiencias que desafien tu mente, tus creencias, la forma en que ves cosas, etc.. Tiene la habilidad interior de ser creativo, o lo que es lo mismo para mí, ser más consciente de su singularidad y sus capacidades infinitas. La creatividad es la capacidad de ir más allá del marco de la inteligencia y capitalizar conexiones al azar. Sin embargo, para ser creativo realmente no necesita ser más inteligente que una persona promedio.
Simplemente necesita entrenar su capacidad de conocimiento de la experiencia, reflejar más a menudo las experiencias que ha adquirido y estar abierto a la colaboración.
La colaboracion puede beneficiar la creatividad y el pensamiento innovador, y este aspecto reflejado en la cultura de una startup beneficia a la propia empresa. Puede entrenar el poder creativo interior de la gente y también potenciarlo fomentando el intercambio de ideas y la resolución colaborativa de problemas dentro y entre equipos. Permita que sus empleados encuentren su singularidad ofreciendo la posibilidad de que experimenten constantemente cosas nuevas (por ejemplo, espacios de trabajo, dándoles la libertad de trabajar remotamente, y / o creando ambientes y áreas de trabajo diferentes dentro de la empresa).
palabras, deje que sus empleados encuentren los lugares que los definen y donde pueden explorar todo su potencial. Apoye actividades extracurriculares como escapadas de personal, donde se conocen diferentes facetas y habilidades de las personas, así como diferentes perspectivas y maneras de hacer las cosas. Ofrezca a sus empleados la posibilidad de rotar de vez en cuando a través de diferentes posiciones e incluso ubicaciones alrededor de la compañía (por ejemplo, si usted tiene filiales diferentes), donde puedan experimentar el trabajo de otros, saliendo así de sus zonas de confort y posiblemente encontrando soluciones a problemas que tenían o incluso explorando nuevos talentos internos que estaban sin explotar.
Y, finalmente, colabore no sólo dentro, sino también fuera de su empresa (por ejemplo, clientes, socios, competidores). Esto ampliará la visión acerca de su negocio y sus posibilidades infinitas, que por desgracia suelen quedar borrosas debido a los fuertes límites organizacionales. A pesar del tipo de equipo o cultura al que pertenezca, en el mundo del rápido desarrollo actual incluso los más operativos e individualistas necesitan resolver problemas, mejorar procesos, ser más eficientes y efectivos y, lo que es más importante, ser más singulares.
Por lo tanto, las personas y las organizaciones deben ser más conscientes de la importancia de la formación de su potencial creativo y colaborativo interno, porque en última instancia, lo que hace que a las empresas diferentes de las demás es la irrepetibilidad de sus empleados y su capacidad para aprovecharlo.