Nuestras objeciones internas son, en realidad, maneras disimuladas de ceder ante temores. ¿Y si piensan que no soy lo suficientemente bueno? ¿Y si dicen que no valgo la pena? Si usted es dueño de su experiencia, puede minimizar las dudas persistentes que lo están reteniendo de dar lo mejor de sí mismo.
La manera más efectiva para reflexionar sobre las propias experiencias y compartirlas con confianza es recurrir a hechos objetivos sobre su propio rendimiento y su valor en el mercado. En primer lugar, hacer un balance de sus logros. Si no lo hace, inicie un registro diario de sus actividades. No debe llevarle más de 5 minutos cada día. Cuando termine una tarea importante, anótelo en su lista, por ejemplo con Evernote. Los viernes por la tarde, reflexione acerca de su lista, y destaque aquellas tareas especialmente complejas o satisfactorias que ha realizado.
También debe mantener un registro del feedback positivo que recibe de los demás. Agregue una etiqueta a su correo electrónico y escriba las notas de agradecimiento o felicitaciones que obtiene. Cuando sea el momento de prepararse para su revisión de logros, o a la hora de pedir un aumento o para una entrevista en una nueva empresa, le será fácil reunir sus recomendaciones.
En segundo lugar, manténgase al día con la tasa de mercado sobre su puesto. Establecer redes con la gente en su industria para poder romper el tabú del salario y que sea una cuestión que se discuta abiertamente en foros profesionales o en un encuentro entre compañeros. Pregunte a las personas del sector cuál es la valoración real de su puesto, cómo se promociona, qué responsabilidades desempeñan, etc. Si tiene el hábito de anotar sus logros y mantenerse al día con las tendencias del mercado, estará listo cuando sea el momento de optar a mejores condiciones y proyectar su carrera.