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Empresas

Los mejores CEO 2016

Éste es el retrato robot de los diez mejor valorados: en general son hombres, nacieron en España en la década de los sesenta, se licenciaron sobre todo en Derecho o en Ciencias Económicas en una universidad española (aunque después cursasen especializaciones en escuelas de negocios internacionales), llevan entre cinco y seis años en sus actuales puestos, y las empresas que dirigen cotizan en el Ibex35, están internacionalizadas y es frecuente que sus plantillas –aunque no siempre ocurra así, como en el caso de Gamesa o Bankinter– superen los 10.000 trabajadores.

La edad media de estos CEO es similar a la de sus homólogos en Estados Unidos, donde no suelen permanecer más de una década en sus cargos (de los ‘diez magníficos’, tan sólo Pablo Isla, el CEO de Inditex, ha superado esa cifra). España, al igual que otros países europeos y asiáticos, da absoluta prioridad a los nacionales en la máxima dirección de las empresas cotizadas.

María Dolores Dancausa, la principal ejecutiva de Bankinter, es la única mujer en todo el ranking. Según un estudio de la consultora Grant Thornton en 2015, el porcentaje de los puestos de alta dirección ocupados por mujeres en España se situó en el 26%, aunque casi ninguna llegase a lo más alto. El panorama en la primera potencia mundial no es mucho mejor: en las quinientas mayores compañías que selecciona la revista Fortune, más del 95% de los CEO son varones. Dancausa se ha ganado su éxito a pulso llevando con firmeza el timón del banco pese a las embestidas de una crisis financiera que ha hecho polvo a sus competidores directos –las cajas de ahorros y bancos medianos españoles– y la incipiente disrupción tecnológica que está arañando valor a los grandes del sector en todo el mundo.

En general, los otros nueve CEO mejor valorados tampoco lo han tenido fácil durante estos años y meses. Muchos de ellos se vieron obligados a asumir el cargo en lo peor de la crisis, en medio de fuertes turbulencias lastradas por toneladas de deuda o la erosión en la reputación de la gran empresa. Las sucesiones en lo alto tampoco son sencillas en las grandes compañías.

Por ejemplo, José María Álvarez-Pallete, quien ha sucedido a César Alierta tras 16 años en el cargo, se está teniendo que enfrentar a enemigos formidables como la disrupción tecnológica, la indefinición sobre el modelo de negocio, la deuda, la crisis de crecimiento y el efecto combinado de todo lo anterior sobre el valor de la compañía. En los últimos quince años, las valoraciones de los gigantes de telecomunicaciones europeos como Vodafone y Orange se han precipitado un 70% en Bolsa, mientras que la de Telefónica lo ha hecho un 40%.

Al margen de Álvarez-Pallete o Dancausa, los demás tuvieron que generar beneficios y desinflar la deuda al mismo tiempo que cerraban las profundas heridas de los recortes inesperados del gasto público –que llevaron a pérdidas millonarias a Indra, Gamesa o Ferrovial–, de la drástica contracción del turismo –que tanto daño hizo a Aena y al tráfico aéreo– o del hundimiento histórico del precio de la energía (Repsol perdió más de 1.200 millones de euros en 2015 debido al desplome del petróleo). Pablo Isla es la excepción: llegó antes de la crisis, ha sido capaz de mantener el cargo a pesar de ella y su compañía ha vivido un período de relativa tranquilidad en comparación con el resto.

El tamaño de la empresa importa a la hora de valorar a un gestor, pero no es decisivo a la hora de valorar su excelencia. Aunque son poderosas, en términos de capitalización, ni Bankinter es el mayor banco de España, ni Ferrovial es la mayor empresa de infraestructuras, ni Repsol es la mayor compañía de energía. Cuando miramos más allá de los diez primeros puestos, entre los 25 CEO más valorados podemos encontrar a ocho altos ejecutivos de compañías que no forman parte del Ibex35. Destacan entre ellos Jesús María Herrera, que dirige la empresa de componentes de automoción CIE Automotive, Antonio Hernández Callejas, que está a los mandos del gigante de la alimentación Ebro Foods, y Christian Gut, que lidera la firma de servicios de seguridad Prosegur.

A pesar de que España no se considera un país industrial, lo cierto es que la industria tiene un peso enorme entre los CEO más destacados. Más de un tercio de las cincuenta empresas que aparecen en el ranking pertenecen al dicho sector. Caben bajo ese inmenso paraguas desde nombres ilustres como Gamesa, Técnicas Reunidas o Repsol a otros menos populares como CAF (especializada en manufacturas para infraestructuras de ferrocarril), Vidrala (fabricación de envases de vidrio) o Fluidra (aplicaciones para piscinas y tratamiento y control del agua).

Por último, merece la pena recordar quiénes son los CEO mejor valorados en algunos de los sectores que más empleo generan en España: infraestructuras, inmobiliario, turismo, servicios financieros y gran distribución. Respectivamente, hablamos de Íñigo Meirás (Ferrovial), Ismael Clemente (Merlin Properties), María Dolores Dancausa (Bankinter), Gabriel Escarrer (Meliá Hotels International) y Pablo Isla (Inditex). Que España derrote la lacra del paro depende en buena medida de la habilidad, el talento y el ejemplo de ejecutivos como ellos.

Ilustración: David Sánchez

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