Por su parte, Telefónica pagará dividendo en metálico si consuma la venta de su filial británica O2, mientras que BBVA se pasará a este tipo de retribución hasta 2017 y La Caixa ya lo hará el próximo año. El scrip dividend tenía beneficios e inconvenientes. Para las empresas, era una forma de retribuir a los inversores sin perder liquidez en momentos de estrecheces financieras.
Lo negativo era que esta fórmula de abonar dividendos obligaba a las compañías a ampliar capital, con la consiguiente pérdida de peso de los accionistas. En 2012, más del 32% de los dividendos pagados en España se acogió a la fórmula del scrip dividend, cifra que escaló hasta el 41,3% en 2013. El año pasado empezó el declive de esta retribución y se redujo al 27% de los dividendos. Ferrovial o ACS continúan recurriendo a este sistema.