El té verde: gracias a su teanina, esta bebida es un calmante que además te mantendrá despierto durante toda tu jornada laboral. Además, sus variantes son infinitas: con mango, con azúcar, a la lima…
Zumo de cereza: según un estudio universitario en Northumbria, esta bebida nos pone las pilas en cuanto a la melatonina, que regula nuestro estado soñoliento y de relajación –además de estar sabrosa-.
Un clásico entre los clásicos: la leche caliente. Está comprobado que relaja y pacifica nuestro estado; es por eso que se toma en muchos hogares antes de ir a la cama. Si el sabor no te convence, añádele algo de azúcar.
Avena: poca gente conoce las propiedades de esta bebida, la cual se sitúa como una de las más efectivas. Dos cucharadas de avena en un litro de agua y colar el resultado y así tendrás un sano desestresante casero.
Batidos de frutas naturales con yogurt: fácil y sabroso. Aumentan los niveles de endorfinas, lo que provoca una sensación placentera que evadirá la ansiedad momentánea.