Además, se suele pensar que solo ha de impresionarse al jefe en la entrevista de trabajo, pero nada más lejos de la realidad. Mantener una impresión sana y agradable entre los compañeros con los que vas a tratar día a día es tan importante como agradar al mandamás.
¿Cómo hacerlo?
Una buena postura firma y una mirada firme y segura son los rasgos y atributos físicos clave. Una ropa adecuada para la entrevista es un aporte importante, y obviamente la higiene no hace falta mentarla. Pero cuidado, demasiado perfume puede aturdir al entrevistado y compañeros. Di no a los excesos.
Respira tranquilo y así parecerás natural en la charla. Asimismo, sé atento. Hacer sentir que escuchas es la sensación más agradable para un entrevistador que te posicionará como una persona rápida y ágil mentalmente.
En el lenguaje, intenta transmitir una mezcla de inteligencia, educación y cultura. Más que lo que dices, importará cómo lo digas.
Por último, mucha gente le da una importancia excesiva al apretón de manos final: una mano temblorosa, poco decidida o sudada puede terminar de rematar una imagen transmitida.
Ahora ya sabes que las primeras impresiones son moldeables, por eso no has de temer transmitir algo que no deseas.