Actualmente no está muy generalizado en España, pero muchos países optan por una entrevista de trabajo vía online. Estas abaratan costes y crean cómodos horarios para los seleccionadores. Algunas son grabadas por las empresas y en otras transcurren incluso con la cámara desactivada por parte del entrevistador . Pero tranquilo, no te asustes ante la novedad, todas tienen sus trucos.
En mi primer lugar, ocúpate de comprobar que la plataforma desde la que te darás a conocer funciona bien. Prueba una video llamada con un amigo o chequea que el micro funciona a la perfección. Evita momentos incómodos en la charla que podías haber solucionado.
Más tarde haz una prueba, grábate antes de la cita y mírate. Notarás algo curioso: pareces más adormecido de lo que creías. Así, tendrás que poner un extra de énfasis durante el video encuentro, pero sin teatralizar demasiado.
Una vez estés preparado para mostrarte ante el entrevistador, elige el sitio idóneo para ello. Una habitación que no revele demasiada información que pueda crear un juicio de ti. Elije una pared de color neutral y monta tu propio estandarte.
Lo primero que van a avistar de ti es tu ropa: no dejes de darle importancia a este factor, decántate por un modelo similar al que habrías escogido para una entrevista personal.
Durante la videoconferencia tienes que tener claro dos posiciones: cuando el entrevistador te habla, tú debes mirar a la pantalla, cuando el que habla eres tú, tu mirada debe estar enfocada a la cámara. De otro modo podrías hacer que la charla fuese más fría o diese sensación de desinterés al no cruzar tu mirada con la suya en ningún momento -¡por supuesto nada de chicle!-
Ante todo positividad y disponibilidad. Si estas seguro de que el puesto se adapta a lo que andas buscando, disponte seguro y agradable todo el tiempo. Asimismo, una actitud nerviosa o dubitativa hará que el seleccionador piense que te sientes inseguro.
Y ya está. Comprueba que nadie te va a molestar durante el tiempo que dure y apaga el móvil. Mide los tiempos de pregunta y respuesta y evita silencios incómodos. Al fin y al cabo no se diferencia mucho de una personal. Adelante y suerte, ¡cómete la cámara!