1. Hacer deporte. Piensa en hacer ejercicio como una forma agradable y educativa de poner al día tu cuerpo y tu mente y canalizar energía. El deporte tiene beneficios añadidos como tomar el aire fresco mientras lo realizas, animar a alguien más a que establezca esta rutina contigo desarrollando, además, vuestro vínculo personal o tomárselo como un juego conseguirán que este tiempo se convierta en todo un rato de ocio.
2. Disfruta cocinando. Cocinar en casa puede convertirse en un hobby entretenido, saludable y que te permitirá ahorrar. Invitar a tus amigos a almorzar y hacer tú mismo la comida te relajará y te permitirá disfrutar y pasar un tiempo relajado con la gente de tu entorno.
3. Aficiones rentables. Algunos pasatiempos pueden aportarte unos ingresos extra con los que no contabas y desarrollar tu productividad a un nivel más elevado. El diseño y creación de páginas web o blogs, si te gusta la tecnología y los códigos informáticos, la fotografía o cualquier habilidad o pasatiempo que te permita desarrollar algún conocimiento útil te ayudaran a centrarte y a explotar aquellos aspectos que te gustan y con los que disfrutas.
4. Aprovechar el tiempo. No desperdicies ningún momento de tu día y saca productividad incluso al tiempo de viaje hasta tu puesto de trabajo. Puedes aprovechar para aprender idiomas por algún método auditivo, escuchar algún audiolibro o hacer deporte desplazándote en bici para rentabilizar ese trayecto que debes completar de todas formas.