1. Abre tu mente y apuesta por proyectos diferentes. Tienes que ser más valiente y hacer que tu perspectiva empresarial crezca. Una buena forma de hacerlo es conocer nuevas formas de negocios e iniciativas con gran potencial entre sus clientes. Como empresario tienes que tener saber apostar por las oportunidades y elegir caminos diferentes. Asiste a reuniones donde puedas conocer más sobre las nuevas tendencias.
2. Escucha las ideas de los que te rodean. Podrás aprender de ellas y pueden convertirse en el motor de funcionamiento de tu empresa. Quizás la propuesta inicial no te convenza lo suficiente pero, si conoces todos los argumentos, puede llegar a interesarte. Es ahí donde entra en juego tu capacidad de creación y de saber adaptarlo al entorno.
3. Busca la innovación con tus productos. No te acomodes a una situación, ni dejes que la rutina se apodere de tu día a día. Una buena forma de reinventarse es ofrecer lo que hasta ahora no se ha ofrecido. Estudia los gustos de tus clientes e intenta sorprenderles. Mira más allá de lo convencional e intenta marcar la diferencia.
4. Aprende todo sobre las nuevas tecnologías. Son un pilar fundamental para el crecimiento de una empresa y la comunicación con tus clientes. Como empresario debes desarrollar una serie de habilidades que permitan que tu empresa esté en primera línea, tanto en las redes sociales como en su página web o blog. Los nuevos negocios tienen que aprovecharse de las herramientas que ofrece Internet y, como jefe, tienes que conocerlas.
5. Apuesta por otras formas de inversión. Tal vez éste es el momento para abrir tu negocio al exterior y buscar un tipo de financiación pública por ejemplo, a través de crowdfunding. De esta forma fortalecerás las bases de tu empresa y actualizarás sus estrategias en función de la opinión de tus accionistas.
6. Encuentra tu verdadera motivación. Cuando iniciaste tu camino como empresario seguías una serie de objetivos que quizás ya hayas conseguido. Es bueno que te plantees a dónde quieres llegar y cómo lo quieres hacer. Ten en cuenta cuál es la situación actual y quiénes forma parte de tu competencia. Busca aquello que te llene de ilusión y modifica el curso de tu empresa en base a ello. Siempre mirando hacia adelante.