1. Garantía. La empresa debe garantizar que el cliente estará satisfecho con el producto. Si no, se debe ofertar la devolución del dinero. También debe existir una garantía a largo plazo, para que no se invierta dinero en un producto que se estropee al poco tiempo.

2. Exclusividad. Normalmente este tipo de consumidores quieren sentirse únicos. Por eso, muchas empresas deciden hacer un número específico de productos para que solo puedan adquirirlo un pequeño número de personas en el mundo.

3. Calidad. Es la característica principal que exigen los clientes que adquieren productos de lujo. En realidad, cualquier consumidor demanda calidad en lo que compra, pero cuando hay grandes cantidades de dinero de por medio, suele enfadar más a los clientes si el producto no cumple las expectativas.

4. Dinero adaptado al producto. Existen productos carísimos que no son de lujo, pero los productos de lujo sí suelen costar siempre mucho dinero. Cuando el cliente desembolsa una gran cantidad de dinero, es para que le producto “lo valga”.

5. Transparencia. El cliente quiere saber qué es que lo que compra, y el consumidor de lujo, antes de desembolsar el dinero, va a exigir saber todas las condiciones. La empresa debe ser honesta con el cliente, así además creará fidelidad.