1. Se sincero
Decir las cosas claras, ser transparente. Aunque las cosas que tienes que decir sean complicadas es mejor afrontarlas con claridad si quieres solucionarlas a la mayor brevedad posible. Utilizar eufemismos o simplemente mentir, puede empeorar cualquier situación.
2. No te dejes cegar por el dinero
A muchos empresarios les ha pasado: cuanto más dinero tienen, más quieren. Nunca es suficiente y siempre necesitan más y más, y por conseguirlo comienzan a hacer cosas ilícitas e ilegales. No te dejes jamás cegar por la avaricia.
3. Cumple siempre lo que prometas…
… y si no estás seguro de poder cumplirlo, no prometas nada. Es uno de los puntos clave de la integridad de una persona: no comprometerse a algo que no es 100% seguro que vaya a suceder. Si te comprometes y finalmente las cosas no suceden de la forma en la que estaba prevista (aunque no sea tu culpa) tu credibilidad y reputación se verán mermadas. Y eso es muy complicado de restablecer.
4. Cuida a las personas que te importan
Empleados, compañeros, socios, pareja, familia, amigos. Todas las personas que te rodean necesitan de ti un buen trato y sobre todo respeto. Nunca olvides respetar a todos los que te rodean y no creerte nunca superior a nadie.
5. Rodéate de buenas personas
Ya se sabe que el entorno en el que se mueve una persona puede cambiarla (a mejor o peor) por completo. Por eso tienes que vivir siempre, tanto dentro de tu empresa como fuera, rodeado de buenas personas que no intenten contaminar tu forma honesta de ver la vida.