Google y Microsoft acaban de anunciar que se han asociado para desarrollar juntos un nuevo proyecto educativo. La base de la investigación es la identificación de puntos de mejora y la implementación de estrategias para solventar las posibles dificultades o deficiencias en el sistema.
En Gran Bretaña, las enseñanzas informáticas se introdujeron en los planes de estudio nacionales el pasado 2014, por lo que los dos gigantes tecnológicos estadounidenses tienen un período de tiempo completo sobre el que investigar.
El programa educativo introducido por el gobierno inglés contempla la enseñanza obligatoria de informática entre los 5 y los 16 años, pero en aquel momento a los profesores se les requirió poca o ninguna experiencia en nuevas tecnologías.
El estudio, encargado por la Royal Society y financiado por las dos compañías tecnológicas, tendrá también como objetivo proporcionar a esos maestros mejores recursos para el aula, orientación para preparar las clases, formación en nuevas tecnologías y otras herramientas útiles para proporcionar a los alumnos británicos una enseñanza de mayor calidad.
Además, el estudio también tratará de encontrar una fórmula que pueda utilizarse en las aulas y que ayude a alentar a los jóvenes a cursar carreras relacionadas con el sector tecnológico. Este hincapié en la tecnología viene determinado por datos como el aportado por el director de asuntos externos y legales de Microsoft en el Reino Unido, Hugh Milward, que señala que sólo en el ese país serán necesarios 745.000 trabajadores con habilidades tecnológicas para el año 2017.
Milward ha destacado también en un comunicado que “la enseñanza informática de calidad en las escuelas es vital”, y sostiene que “este proyecto ayudará a dar forma a la enseñanza informática con mejores prácticas y a respaldar a los profesores con excelentes materiales que inspiren a la próxima generación para cualquiera que sea la carrera que elijan”.
Por su parte, el presidente del Comité de Educación de la Royal Society, Tom McLeish, ha señalado en un comunicado que “en un mundo donde la tecnología está cada vez más integrada en nuestra vida cotidiana, hay que garantizar que el plan de estudios informáticos proporcione a los jóvenes las herramientas necesarias para saber aprovechar las oportunidades que el mundo digital ofrece”. El profesor Stephen Furber, también miembro de la Royal Society y diseñador de microprocesadores, será quien dirija el estudio.