Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
¿Quién no ha visto alguna vez los clásicos de Disney y de Pixar? En todos ellos encontramos bonitas lecciones sobre el amor, la amistad… pero, ¿sabías que también se pueden sacar conclusiones para los negocios? Entrepreneur ha sacado esta curiosísima lista sobre las lecciones que nos dan algunas de las películas más reconocidas y entrañables. ¡Atento!
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
1. La imaginación de Peter Pan
Peter Pan se fundamenta sobre todo en la imaginación. Y ese es el componente principal de una persona innovadora; de alguien a quien se le ocurre una buena idea y la sabe transformar en una compañía exitosa. Una persona imaginativa que tiene una gran idea y quiere transformarla en realidad al precio que sea.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
2. La responsabilidad social de Robin Hood
En el mundo en el que vivimos, la desigualdad entre ricos y pobres es un hecho. Podríamos relacionarlo con el mundo de los negocios en que un empresario dotado de destrezas y cualidades específicas puede (y debe) ofrecer un bienestar a la sociedad en la que vive.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
3. El trabajo en equipo de Toy Story
En ésta película, todos trabajan juntos con un fin común. Y esto es exactamente lo que debería suceder en cualquier empresa: unir las capacidades y talentos de cada uno de los empleados para llegar a alcanzar los objetivos.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
4. El liderazgo de El Rey León
El liderazgo es algo que se gana y no que se hereda, ésa es la enseñanza del Rey León. La película nos muestra las cualidades de un verdadero líder, además de la importancia de creer en uno mismo y en lo que se quiere por encima de cualquier cosa.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
5. Ser tú mismo de Aladdín
La importancia de la imagen externa es un hecho, pero lo más relevante para la vida y los negocios es, simplemente, ser tú mismo. Aladdín es una buena muestra de que fingir ser quien no eres sólo te hará fracasar y ser rechazado.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
6. Los sacrificios de Hércules
A pesar de los poderes sobrenaturales que tiene Hércules sólo es aceptado en el Olimpo cuando decide dar su vida por la de Meg. Y esa es la lección, da igual cuántas cualidades tengas si no decides arriesgar y dar todo lo que tienes por conseguir lo que quieres y explotar esas cualidades. El negocio es sacrificio.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
7. El aprendizaje de Merlín y la Espada en la Piedra
“Grillo” tiene la mentoría del ser más sabio del momento, el mago Merlín, quien le muestra las claves y los retos de ser rey. Sólo con el aprendizaje y siguiendo tus instintos puedes entender las reglas del liderazgo. Rodéate del mejor talento y de grandes mentores y escucha sus consejos; nunca dejes de aprender y capacítate constantemente con la idea de impulsar tu empresa y llevarla al siguiente nivel.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
8. La perseverancia de Buscando a Nemo
Aunque parecía imposible encontrar a Nemo, los personajes de la película no se rindieron en ningún momento. ¿Moraleja? el que persevera alcanza. Aquel que persigue con ahínco sus metas, sin importar cuántos fracasos o desalientos haya tenido en el camino es el único que encontrará el éxito.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
9. La creatividad de Alicia en el País de las Maravillas
La creatividad y la originalidad de esta película son los elementos que la hacen magnífica. Deja de lado los convencionalismos y atrévete con esa magnífica idea que se te ha ocurrido y que estás deseando llevar a cabo.
Las películas de Disney dan lecciones para los negocios
10. La adaptación al cambio de Monstruos SA.
Sully y Mike, los dos monstruos, se dan cuenta de que los niños ya no gritan de miedo cuando les ven, sin embargo se dan cuenta de que hay algo mejor: la risa. Se enfrentan a un mercado que ya no responde a los mismos estímulos y necesitan encontrar otra fórmula para atraer su atención. Al hacerlo, no sólo encuentran una solución al problema, sino una práctica más efectiva y menos costosa.
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