Fracaso.
Tiene una connotación negativa, pero hay que entenderla para considerarla como algo positivo. Hay siete razones por las que el fracaso es un elemento necesario en nuestras vidas, la forma en la que nos beneficia y por qué es especialmente necesario antes de lograr el éxito final.
1. Ayuda a tener la perspectiva necesaria.
¿Cómo se puede disfrutar de la vista desde la cima sin haber rastreado su camino desde el fondo hacia arriba? La perspectiva es todo. Permite conectar a aquellos que van ascendiendo con el mismo camino que tu has vivido. La perspectiva de ambos extremos te ayudará a evitar que tomes el éxito por sentado. Si has tenido éxito desde el principio en todo lo que has intentado, ¿apreciarás del tus logros? No tendrían sentido.
2. La lucha justifica la victoria.
La sensación que se tiene cuando logras algo por lo que has trabajado tanto es lo que permite tener una sensación completa del éxito. Si nunca has fallado, nunca los has intentado de verdad. El esfuerzo hace que todo valga la pena. A veces vale más el viaje que el destino, porque el viaje es lo que más influye en nuestras vidas y lo más memorable.
3. Construye un sentido legítimo de derecho, no una falsa.
¿Qué piensa usted de las personas a las que se les da todo? ¿Los que han nacido de la fama, con la riqueza y el poder en una bandeja de plata? ¿Se lo merecen? ¿Se lo han ganado? Es discutible. Hay que reconocer que se les da una ventaja. Pero, se vuelve más profundo y más verdadero el logro que tiene de respaldo la lucha, el sacrificio y el éxito.
4. Se aprende sobre sí mismo del fracaso.
La vida está llena de fracasos. Desde escuchar “incorrecto” al responder a la pregunta del profesor hasta la negación de tu jefe ante de un nuevo proyecto en el trabajo. Los errores son fallos; los errores son también una de las mejores maneras de aprender. Los rechazos son fracasos; los rechazos son también factores de motivación para esforzarse más. Una parte importante de la vida es aprender a responder al fracaso de manera efectiva. En lugar de caer en la trampa del rechazo, empiezas a motivarte e impulsar sus esfuerzos futuros. En cierto modo, es algo así como que la construcción de una tolerancia de fallos te hace más fuerte, más sabio.
5. Te hace querer conseguirlo mucho más.
En primer lugar, va a validar sus esfuerzos. Por ejemplo, si quieres ser médico, fracasas, pero sigues trabajando para convertirte en un médico, sabrás que ser médico es tu propósito. En segundo lugar, fracasas en aquello que quieres ser, pero todavía lo quieres ser, tu deseo y tu ambición crecerán sin medida. Fracasar en algo re-anima y, posiblemente, dé un nuevo impulso a tus ambiciones.
6. El fracaso puede ser una ventana de oportunidad.
El “no” le permite probar cosas nuevas. No sólo explorar diferentes vías, sino actuar como una oportunidad y ayudarte a descubrir cosas que en un principio no te habías planteado. Por ejemplo, una relación fallida puede ayudarle a identificar qué es lo que realmente quieres en una pareja. El fracaso en la mundo laboral puede ayudar a redirigir el foco hacia un camino más apropiado. En muchos casos, también puede ayudarte a darte cuenta de que no estás destinado a esforzarte en algo concreto y que tu tiempo y energía están mejor gastados en otro lugar.
7. Se solicita la re-evaluación.
El fracaso de algo provoca una re-evaluación de tus circunstancias. Grande o pequeña, esa re-evaluación ayuda a perfeccionar la capacidad analítica y potencialmente identificar cualquier deficiencia en la efectividad de su día a día.
Cada punto tiene en común que la idea de que tenemos que trabajar para conseguir lo que queremos. El fracaso forma parte de nuestra vida y cuánto más nos abracemos al fracaso, antes conoceremos el éxito.