1. Busca la oportunidad adecuada
Observa la situación en la que se encuentra la otra persona y aprovecha el momento en el que estés preparado para iniciar una conversación. Acércate con educación y, cuando veas su disposición a hablar, empieza a ganarte su confianza.
2. No te quedes nunca callado
Tienes que tener varios temas de los que tirar para evitar que la conversación sea monótona y demasiado estereotipada. La cultura general o las aficiones pueden ser un punto de unión que facilite el curso de esta conversación.
3. Muestra interés por sus gustos
Deja espacio para que la otra persona te cuente cuáles son tus motivaciones. Valora siempre lo que tiene que decir. No llenes toda la conversación con tu propia voz y muestra empatía por lo que otros comparten contigo.
4. Escucha y ten curiosidad
No tengas miedo hacer preguntar abiertas para que la otra persona note que te estás interesando por ella. Es una forma inteligente de conocer a los demás y llegar realmente a saber lo que quieres. Recuerda siempre que esta conversación no es un monólogo. Deja espacio.
5. Cambia de tema si algo incomoda
Tienes que saber dónde está el límite de cada tema y tener los recursos suficientes para ponerles fin si así lo requiere la situación. Notarás que la otra persona se muestra nerviosa y sin ganas de continuar hablando. Haz una pausa y continúa con otro tema como si no hubiese pasado nada.
6. Adapta el tono a cada conversación
No es lo mismo estar en una reunión con amigos, que en la oficina, que en casa con la familia. El tono de una conversación debe ser el necesario en cada situación. Uno puede requerir más esfuerzo e implicación que otros. Tenlo en cuenta.
7. Cuenta anécdotas propias
Una forma de hacer que la conversación gire en torno a un ambiente de confianza y naturalidad es hacer partícipe a la otra persona de tus propias experiencias. Es una forma de hacer que la comunicación sea más fluida y captes su interés.
8. Evita las preguntas personales
No intentes saber más de lo que debes. Hasta que la conversación no esté más avanzada y veas la disposición de la otra persona a contar parte de su vida, no te lances a preguntar. Puede resultar demasiado atrevido y pondrá punto y final a la conversación.
9. Piensa antes de hablar
Si buscas alcanzar un propósito con esta conversación tienes que medir tus palabras y planificar por dónde quieres que vaya el diálogo. Ten claras tus ideas y plantéalas para que sean fáciles de comprender.
10. Intenta mantener el contacto
El final de una conversación puede ser tan importante como el principio de la misma. Hará que se vaya con una sensación u otra. Por eso, muestra tu disponibilidad para tener otro encuentro y agradece a la otra persona la conversación que habéis tenido.