1. Sólo se vive una vez
Está muy bien usar este tipo de frase cuando eres adolescente y tu única preocupación es salir de fiesta esa noche. Implica vivir la vida al máximo sin preocuparse por lo que pueda venir. Pero, en el mundo de los negocios hay que buscarle el doble sentido. Las consecuencias de tus decisiones pueden pasarte factura durante años. Si tu deuda es tan grande que vas a pasar los próximos 10 años de tu vida pagando, tal vez no deberías “vivir el momento” tanto y pensar antes de actuar.
2. Afán por impresionar
El hecho de que no vivas en una gran casa o no tengas un coche de lujo no significa que no tengas éxito. Es preferible tener aquello que podamos pagar y no intentar estar por encima del resto. Sólo te llevará a incrementar tus dolores de cabeza y a hacer cuentas continuamente. Hay cosas más importantes con las que te podrán valorar.
3. El dinero no es importante
Por supuesto, cuidar tu dinero es una responsabilidad que deberías tener en cuenta. Si piensas que el dinero no lo es todo tenderás a tener una actitud de descuido y no te importará dónde o cuándo gastarlo. Esto, a la larga, te puede generar problemas financieros.
4. Utilizar tarjetas de crédito
Cuando pagas con la tarjeta tienes la sensación de que no pierdes dinero y es entonces cuando pierdes el equilibrio. En este caso no hay responsabilidad personal y, sin darte cuenta, puedes llegar a la quiebra.
5. Acumulas deudas
La idea de ir sumando deudas sin importar lo grande que sea la lista puedo desembocar en un gran lío. Recuerda que cada paso de tu camino se acumula y, sin imaginarlo, tiene consecuencias negativas de las que te será difícil salir.
6. Invertir en cualquier cosa
Invertir siempre es arriesgado pero, como dice el refrán, muchas veces “el que no arriesga no gana”. El problema es saber dónde invertir y no dejarse llevar por estrategias simples que harán que tus acciones carezcan de valor. Invertir en jubilación o en la educación de tus hijos es una buena razón para seguir adelante.
7. Comprar cosas a crédito
Esta opción sólo se debería de utilizar para cosas que realmente sean necesarias como el pago de una casa durante 30 años. Pero, el error viene cuando una persona se compromete a pagar algo durante años sin saber seguro si podrá seguir haciendo frente a ello años más tarde.