Lo primero que tienes que entender es la conciencia de la cultura de equipo: una conciencia de unión hará que el trabajo grupal vaya como la seda y que el bienestar reine en la oficina. Puede sonar a cuentos de hadas, pero cuando un equipo va a por todas unido, la recompensa es mayor.
Por otro lado, la retroalimentación hace que las personas se queden en la empresa de forma más longeva: una buena comunicación y reuniones donde sus opiniones son importantes hará a los mejores líderes ser aún más poderosos en la toma de decisiones.
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En esta línea, las recompensas se hacen totalmente necesarias. No importa cómo sean: una campana que anuncia una victoria personal en la oficina, un vale descuento o un extra en el sueldo; sea como fuere, intenta hacer ver que el trabajo bien hecho da sus frutos.
Entiende que ser la empresa más grande no es tan importante como ser la mejor de las empresas. Por último no busques una gran cantidad de empleados, sino la mejor concentración de los mismos. Mejor dos cabezas talentosas que cinco con pájaros en la azotea.